Las mejores películas de terror independientes

La década de 2020 ha sido difícil y solo llevamos unos pocos años en el COVID-19. “Alteraciones” climáticas. Crisis migratorias en curso. El auge de la IA y la devaluación del trabajador y del artista. El cargo más alto del gobierno estadounidense se ensució. REM la cantó en 1987: es el fin del mundo tal como lo conocemos.

Cuando las cosas van mal y todo está en llamas, puede parecer contraproducente recurrir a las películas de terror para entretenerse; cerrar un artículo sobre la última tragedia violenta para ver un thriller ficticio sobre invasión de viviendas suena como un ejercicio de masoquismo. Pero un estudio reciente muestra que quienes ven películas de terror están mejor preparados para afrontar tiempos de crisis. No consumen el arte del género con interés en cometer actos violentos. Más bien, les ayuda a afrontar sus miedos dentro de límites seguros, con el beneficio adicional de una resistencia psicológica que ayuda al espectador a capear los obstáculos y las flechas de una época estresante.

Mientras los grandes estudios continúan produciendo películas de terror convencionales para las masas, el terror independiente ha experimentado un resurgimiento. Por cada secuela de una franquicia importante escrita por un comité, hay un excedente de cine que traspasa los límites de compañías productoras y directores de los que nunca has oído hablar. El terror de prestigio ha hecho que el género sea más lucrativo, mientras que el streaming lo ha hecho más accesible para el cinéfilo promedio. Cuando lo sumas todo, obtienes una gran cantidad de riquezas para aquellos de nosotros que queremos algo menos formulado, más único y, como siempre, un poco extraño e inquietante.

Así que siéntate, sube el sonido y apaga las luces: esta primera lista de las mejores películas de terror independientes de la década de 2020 (hasta ahora) seguramente tendrá algo para todos, desde monstruos con demencia hasta clones extraños. ¡Feliz visualización!

Desde el principio, la década de 2020 tiene un candidato temprano a la mejor película de terror de la década. Relic, de Natalie Erika James, es una embriagadora película de terror australiana centrada en tres generaciones de mujeres que convergen en su antigua casa familiar. La matriarca Edna (Robyn Nevin) ha desaparecido y su creciente demencia tiene a su hija Kay (Emily Mortimer) y a su nieta Sam (Bella Heathcote) lo suficientemente preocupadas como para venir a buscarla. Encuentran un misterioso moho negro en todo el nivel superior de la casa, y cuando Edna regresa, tiene un extraño hematoma que se parece al moho. Con mucho miedo y poco sobresalto, Relic es un espectáculo de terror para cualquiera que haya tenido que presenciar el deterioro mental de uno de sus padres.

En 2018, Stefania Sarrubba de The Mary Sue observó que el horror estaba utilizando métodos poco ortodoxos para desarrollar el empoderamiento sexual de las mujeres, citando la película de caníbales sobre la mayoría de edad de 2016 de Julia Ducournau, Raw, como un excelente ejemplo. Por lo tanto, no debería sorprender a nadie que el próximo largometraje de Ducournau sea a partes iguales un horror corporal erótico y perturbador. La trama básica de Titane es que una mujer llamada Alexia (Agathe Rousselle), que tiene una placa de titanio en la cabeza, comete crímenes y se da a la fuga, tiene relaciones sexuales con un coche y, finalmente, se hace pasar por el hijo perdido de un bombero. (Vincent Lindon). A partir de ahí se vuelve más extraño, pero a lo largo de todo hay temas increíblemente humanos que tratan con el cuerpo y la personalidad. Recomendado para fans de las películas de David Cronenberg.

Muchas películas de terror han surgido de los interiores oscuros de los encierros a nivel nacional, pero pocas son tan extrañas y aislantes como We're All Going to the World's Fair de Jane Schoenbrun. Escrita, dirigida y editada por Schoenbrun, la historia sigue a la adolescente Casey (Anna Cobb), quien acepta el World's Fair Challenge, un desafío de Internet centrado en lo oculto que implica pincharse el dedo ante la cámara, hacer un juramento de sangre y registrar cualquier experiencia posterior. . Otro usuario se acerca a Casey cuando sus videos se vuelven más inconexos, pero es difícil saber si realmente está preocupado por ella o si sus correspondencias son depredadoras. “Enajenar” no es una caracterización lo suficientemente fuerte de las relaciones en esta historia; Las interacciones de todos ocurren a través de una pantalla, bañada por el brillo del mundo en línea fuera de horario en un experimento de irrealidad y disociación. Las películas sobre la mayoría de edad rara vez son tan oscuras.

Saint Maud técnicamente se estrenó en 2019 (en el Festival Internacional de Cine de Toronto, donde A24 y StudioCanal lo recogieron), pero se estrenó en 2020 en el Reino Unido y se estrenó en Estados Unidos en 2021; Sería un crimen dejarlo fuera de esta lista. El debut cinematográfico de Rose Glass está protagonizado por Morfydd Clark (a quien quizás reconozcas como Galadriel en El señor de los anillos: Los anillos de poder) como trabajador de apoyo de una ex bailarina (Jennifer Ehle) con linfoma en etapa cuatro. Maud, una católica acérrima, se asigna a sí misma la tarea de salvar el alma de una mujer con una enfermedad terminal para redimirse por haber perdido a un paciente en el pasado. Aparentemente un thriller religioso, Saint Maud es en realidad una mirada dura a la toxicidad de la soledad, con una de las mejores imágenes finales que el género podría ofrecer.

El primer largometraje de Zach Cregger, Barbarian, es la historia de una experiencia infernal en una casa de familia. En medio de una feroz tormenta, Tess Marshall (Georgina Campbell) llega a una casa de alquiler en Detroit que reservó solo para encontrar a un hombre (Bill Skarsgård) que ya ocupa la casa reservada dos veces. Ella procede a ignorar todas las banderas rojas que le dicen que salga de la casa hasta que se encuentra encerrada en el sótano con un pasillo oculto que conduce a banderas aún más grandes y rojas. Una cosa es segura: no podrás adivinar cómo termina Barbarian.

Skinamarink se considera una película de terror experimental porque juega rápido y libremente con la narrativa. La historia central es la de un par de hermanos pequeños que se despiertan durante la noche y no pueden encontrar a su padre. Luego encuentran una silla en el techo, el baño desaparece y faltan puertas. De la mano del director Kyle Edward Ball, y con una infusión de estética de terror analógico, los niños se sumergen en un infierno en su propia casa. ¿Qué hace que Skinamarink sea eficaz? Toca un nervio universal que atraviesa todas las pesadillas infantiles: tus padres se han ido y hay algo aterrador en la casa. La tímida composición de Ball empeora la tensión, centrándose en un rincón aleatorio o una habitación oscura, mientras que el diseño de sonido hace que la imaginación se acelere con especulaciones sobre lo que podría estar acechando cerca.

Cada vez que tengo ganas de declarar muerto un subgénero, aparece una película que me hace callar. Las películas de zombis estaban muertas para mí hasta que Train to Busan las reanimó. Estaba harto de historias de fantasmas hasta que The Vigil cambió el juego. Para aquellos que han visto todas las películas de terror con metraje encontrado disponibles, The Outwaters es esa película. Un trío de tarjetas de memoria encontradas en el desierto de Mojave revelan la saga de un grupo de amigos que viajan al vasto desierto para grabar un vídeo musical, donde viven sucesos extraños y aterradores. La película paciente y transgresora del director Robbie Banfitch intercambia horror cósmico y el poder de imágenes influyentes; sugiere abominaciones horribles más de lo que las muestra o explica. Eso no quiere decir que The Outwaters no tenga sangre; Su caos y mutilación debe mantenerse lejos de los niños. Si bien muchas películas de terror con metraje encontrado tratan sobre lo sobrenatural y mundos más allá del nuestro, pocas alcanzan el alcance abismal de The Outwaters.

En una época en la que Barbie ha golpeado a perros que gritan en muchas críticas escritas por hombres, la acusación de que Men, de Alex Garland, es un largometraje sobre el odio a los hombres sólo fortalece su poder. Después de que su marido abusivo muere en un aparente suicidio, Harper (Jessie Buckley) se dirige a un pueblo rural de Hertfordshire para recuperarse mentalmente. Muy pronto, una serie de hombres, todos interpretados por Rory Kinnear, aparecen y perturban su paz con una intensidad cada vez más amenazadora. Los elementos más corrosivos de la masculinidad trabajan para atrapar, sofocar y casi consumir a Harper en una pieza de horror popular muy poco sutil.

Travis Stevens tiende a contar historias sobre hombres que aprenden lecciones de la manera más difícil. El director de Girl on the Third Floor (2019) y Jakob's Wife (2021) regresa con su mayor giro hasta ahora en A Wounded Fawn, en la que un asesino en serie (Josh Ruben de Scare Me) invita a una nueva víctima potencial a un retiro de fin de semana. La batalla del gato y el ratón que sigue es un estudio de locura en estado de fuga de 16 mm, con mitología griega (¡Furias!) y cubos de sangre para agregar a su ambicioso arte. Todos los que están dentro y detrás de esta película están claramente trabajando en un pico creativo. Aquellos que disfrutan de los incómodos créditos finales de Pearl deberían quedarse para ver una escena de créditos igualmente inquietante de Stevens y Ruben.

Brandon Cronenberg puede ser la realeza del terror como hijo del gigante del género David Cronenberg (The Fly, Videodrome), pero en los últimos años el narrador canadiense se ha forjado un camino como una voz formidable en los ámbitos de la ciencia ficción y el terror con películas como Possessor y su último, el Infinity Pool de este año. Este último sigue al novelista James Foster (Alexander Skarsgård), cuyas vacaciones en el ficticio país costero de Li Tolqa toman un giro extraño y oscuro. Comete un delito y es sentenciado a ser ejecutado, pero en Li Tolqa, los ricos pueden pagar por clones para que reciban el castigo en su lugar. Lo que sigue es un viaje hedonista hacia los vicios más perversos de la humanidad, impulsado enormemente por la actuación desquiciada de Mia Goth como compañera de vacaciones. La sátira de ciencia ficción no se vuelve mucho más extraña que cuando un Cronenberg la pone en sus manos.

Este artículo fue escrito durante las huelgas de WGA y SAG-AFTRA de 2023. Sin el trabajo de los escritores y actores actualmente en huelga, el trabajo que aquí se cubre no existiría.

(imagen destacada: Neon / 20th Century Studios / IFC Films / A24)

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Anya Stanley (ella/ella) es escritora de The Mary Sue y cubre con mayor frecuencia el género de terror en todos los medios. Entre sus más de seis años de trabajo en la industria del entretenimiento y los medios digitales, los trabajos anteriores de Anya también se pueden encontrar en The AV Club, Fangoria Magazine y Crooked Marquee. Vea su cara engreída en la serie documental de Shudder Behind the Monsters. Cuando no está consumiendo todas las películas de terror que puede encontrar, intenta aumentar el recuento de palabras de su libro de no ficción en curso (su segundo crédito de autora después de su capítulo en Scared Sacred: Idolatry, Religion and Worship in the Horror Film, por Editorial Casa de las Hojas). Puedes encontrar más de sus desvaríos en X (anteriormente Twitter) @BookishPlinko.